Recuerdo gratamente aquella frase de Jesús: “La verdad os hará libre…” y como siempre cada quien le da la interpretación que desea, especialmente cuando se es verdaderamente libre.
Ahora, ¿Que es la verdad? ¿A que verdad nos referimos? ¿La tuya o la mía?
¿La verdad de todos? ¿O la verdad que nos satisface personalmente? También ¿La verdad que conocemos tradicionalmente? ¿O por convencimiento? ¿O la que nos acomoda? ¿O La que nos dijo el mensajero, pastor o sacerdote? ¿Cuál es tu verdad? ¿Tu verdad acaso es mi mentira? ¿O viceversa? ¿Qué es verdad y que es mentira? ¿Es un mensaje verdadero o falso? ¿Es un mensajero verdadero o falso?He aprendido y seguiré prendiendo que “La libertad” es sinónima de soltar. Es sinónimo de independencia. Es sinónimo de felicidad. Observar, contemplar, vivir y participar, sin ser afectados por las experiencias de los demás. Es como llegar por primera vez a un lugar desconocido, lleno de colores, paisajes y criaturas vivientes totalmente desconocidas. Sin prevención. Lo más natural y espontáneamente posible. Como un niño. En ese instante de la vida, nuestra atención se dedica completamente a vivir ese momento. Ser feliz consigo mismo y con o lo que nos rodea, sin proponérselo. Solo se fluye en forma natural, desprevenidamente. Todo lo observo, desde mi perspectiva natural. Desde mi esencia, desde mis ojos y no a través de otra persona. Si observo un panal de abejas, pues dejare que el Yo interior viva ese momento sin saber que se trata de abejas o moscas o zancudos. Solo vivo el momento. Solo vivo y disfruto del espectáculo que me presenta la naturaleza en ese momento.
He aprendido que, si ese momento o espectáculo natural nos lo describe un guía turístico, entonces solo veré a través de los ojos del guía turístico. Es decir, mi momento de vida, solo depende del guía turístico. La belleza de ese momento solo depende de ese guía turístico. Y cuando se vaya ese guía turístico, mi bello momento se va con él. (¿Recuerdan al tuerto que transportaba en su Canoa a un grupo de ciegos y le cayó una paja en el ojo sano?)
Prefiero vivir natural y espontáneamente. Alegrarme y compartir con todos. Sin distingo de raza o religión. No pretendo ser. Solo soy, y ya. Mis “Defectos”, “Alegrías” o “Payasadas”, vistas por los ojos de alguien, son producto espontáneo de la misma alegría y felicidad que produce el instante de vida con mis amigos o compañeros del sendero, intentando desprevenidamente no causar daño a nadie. Cualquier interpretación, buena o mala, es desapercibida para mí, ya que el momento vivido me distrae y evita contrariarme o levantarme el ego. Por el contrario, vivo y disfruto feliz. Cuando la vibración baja, detectada por el ambiente que nos rodea, simplemente empiezo mi retirada.
Sin embargo, continua en mi una llama ardiente de disfrute y alegría Vibro de acuerdo a la situación en donde esté y con quien esté. Me despojo de mis egos o vestiduras y simplemente soy. Siempre dispuesto a aprender y comprender. También lloro, río y tengo rabietas. Soy débil ante algunas situaciones y trato de aprender de ello. Asimilo y sigo. Aprendo y avanzo. Y agradezco a la vida, a los compañeros vivientes del planeta y a la divinidad por esta linda oportunidad.
El profeta y autor Osho, expresa: “La vida no es un ayuno, es un continuo banquete, una celebración, un festival de luces. Y si tu vida no se convierte en un festín y en un festival recuerda: no has hecho aquello para lo cual viniste a este mundo”
Krishnamurti en su libro “Lo que es” habla especialmente en una intervención que hizo en 1929 y expresó: “LA VERDADES UNA TIERRA SIN CAMINOS, el hombre no puede llegar a ella a través de ninguna organización, de ningún credo, de ningún dogma, sacerdote o ritual, ni a través de algún conocimiento filosófico o alguna técnica psicológica. Ha de encontrarla gracias al espejo de la relación, a la comprensión de los contenidos de su propia mente, mediante la observación y no mediante el análisis intelectual o a la disección introspectiva. El hombre ha desarrollado dentro de si mismo imágenes que le dan un sentimiento de seguridad. Imágenes religiosas, políticas, personales. Se manifiestan como símbolos, ideas, creencias. La carga de estas imágenes mentales domina el pensar, las relacione y la vida cotidiana del ser humano. Son las causas de nuestros problemas, porque separan al hombre del hombre en todas las relaciones. Su percepción de la vida se halla moldeada por los conceptos ya establecidos en su mente. El contenido de su conciencia es esta conciencia. Este contenido es común a toda la humanidad. La individualidad es el hombre, la forma y la cultura superficial que el hombre recibe de su entorno. La singularidad del individuo no radica en lo superficial sino en la total libertad con respecto al contenido de la conciencia”
“Lo importante no es el Mensajero, sino el Mensaje”
Las experiencias propias, buenas o malas nos indican que la frase citada nos confirma que no importa quien sea el portador del Mensaje sino el contenido del mensaje. O tal vez, el efecto satisfactorio y positivo que haya logrado en Ti o en Mí, ese mensaje.
Que el mensajero se llame Antonio, Jesús, Pacho es lo que menos importa, ya que: “en la viña del señor existen muchas cosas…” Lo bueno o malo, lo bonito o feo, lo pobre o rico, son simple clasificaciones que el ser humano ha creado. Las clasificaciones se la damos cada uno. Una de ellas es provocada por la falta de libertad.
Imaginémonos por un momento que habitamos una ECOALDEA. En ella todo esta a disposición: alimentos, ropa, dulces y postres, agua, lagos, jardines, frutas, animales, peces, todo, definitivamente todo, y gratis, por decirlo de esa manera. Sin condiciones. Sin dinero. Sin autoridad. Sin leyes. Todo es libertad, puedes tomar lo que desees. Puedes dar lo que quieras. Entonces, si no dependes de nadie, ni de nada, para comer, para vestirte, para vivir, ¿a quien le tienes que dar explicaciones? ¿Serás feliz? ¿Cuál es tu verdad y cual es la verdad del que te acompaña? ¿Qué es verdad y que es mentira?
Las profecías: se cumplan o no, solo sabemos que cada día vivido es una oportunidad más de vivir y contemplar la creación. Sentir su presencia al despertar, al oír las aves trinar, al observar y sentir cada quien desde su lente o a través de la epidermis. Entrar en contacto, espontáneamente, sin mente, con la creación. Quizás, La vida se acaba cuando nosotros lo decidamos o cuando nuestro ciclo biológico termine. Si estamos o no preparados, solo dependerá de las experiencias vividas. Cada uno tenemos una misión en este sendero de la vida. Algunos la desconocemos. Otros creemos conocerla. Alguien creyó que era, y terminó dándose cuenta que no era. Y así sucesivamente. Estamos en un constante “buscar” (afuera), y tal vez, no intentamos “encontrar” (dentro de nosotros)
“La función de Dios no es crear o dejar de crear, las circunstancias o condiciones de vuestras vidas, Dios os ha creado a vosotros, a imagen y semejanza suya. Vosotros habéis creado el resto, por medio del poder que Dios os ha dado. Dios creo el proceso de la vida y la propia vida tal como la conocéis. Pero Dios os dio el libre albedrío para hacer con la vida lo que queráis” Neal Donald Walsch en su libro “Conversaciones con Dios
“Mi verdad puede ser una gran mentira para muchos” (autor desconocido)
A los más grandes sabios e intelectuales que inventaron las cosas, que hoy disfrutamos, una gran mayoría de personas los consideraron: locos, mentirosos y diabólicos. Para una multitud, tal o cual persona decía MENTIRA, cuando no comprendían o no coincidían con lo que ellos habían escuchado o estaban acostumbrados a oír. Es decir, la verdad de Einsten, su descubrimiento personal, desde su Yo interior y mente, visionaba, descubría, experimentaba, vivía, y ordenaba lo que hoy se constituyen como inventos revolucionarios y de trascendentales beneficios para la humanidad. Sin embargo, era una mentira para la gran mayoría de los que habitaban el planeta en ese momento. Solo viendo y disfrutando de sus inventos creyeron. En la actualidad, esto ha cambiado poco o nada. Si no vemos, no creemos. Si no experimentamos, tocamos o palpamos, ¡no es verdad! Y tendrán siempre toda la razón, siempre y cuando sea su propia verdad. Es decir, mi verdad, es mi vibración y mi aceptación, no contextualmente, si no por vivencia propia. Es cuando mi Yo interior está alegre, feliz por entender con esa experiencia vivida. Cuando mi cuerpo físico refleja esa felicidad. Sin importar el mensajero, esa experiencia vivida, me esta transformando, me esta liberando, me esta independizando, estoy volando. No importa si el mensajero es testigo de Jehová, o Pastor Evangélico, o Sacerdote. Es lo que menos importa. Agradezco al mensajero su mensaje, pero agradezco aun mas a Dios o la energía o como quieras llamarle, la experiencia que nos causa positivamente ese mensaje en nuestras vidas. Neal Donald Walsch en su libro “Conversaciones con Dios “cita la siguiente frase: Nada es mas natural que el AMOR…Ignora tu experiencia previa y entrégate al momento. Sé tu aquí y ahora. Observa lo que es trabajar con el ahora precisamente para volver a crearte a ti mismo”
-El efecto que causa ese mensaje en Mí, puede ser diferente al que cause en Ti. Sin que para los dos siga siendo bueno o malo-
Aclaro, y me identifico totalmente con lo que expreso en una ocasión Krishnamurti ante una multitud que lo escuchaba: “Elque les habla no tiene autoridad alguna. Debemos ser muy claros en este punto. No está tratando de convencerlos acerca de nada. No les pido que lo sigan. No es el gurú de ustedes ni está defendiendo un sistema particular, una determinada filosofía.”