AMADO HIJO…
Cuando vine a este mundo, vine por amor, y sin condición, vine a borrar los pecados del mundo… no los pude borrar, solo los pude mitigar.
No vine a decir “tú si eres digno de mi padre, y tú no…”
No vine a dividir en mi nombre, como lo estáis haciendo…
No vine a enseñar doctrinas…
No vine a que se dividieran por religiones…
No vine para que ustedes tengan la osadía de señalar a vuestros hermanos, en mi nombre… pues quien esté libre de pecado, sea el primero que tire la piedra.
Vine a enseñarles el amor, a que actuaran con amor, pero ustedes se empeñan en señalarse los unos con los otros… siendo que aquel que habla más, es el que menos hace, y el que señala mas, es el que alberga más errores y equivocaciones en su corazón… trata de justificar sus más grandes errores con los errores de su prójimo para mitigar su pena, y que los demás vean las equivocaciones de ese prójimo y no las de él.
Pues hoy hijo mío… quiero decirte que eres quien eres… porque yo quiero quien eres….pues tu actuar, andar y proceder no son tus actitudes, son las actitudes del padre, eres quien eres porque son pocos y contados los que trabajan con el corazón, con honestidad, solo quien te juzga, se juzga así mismo…
Quien habla de ti… está hablando de él mismo…
Quien te señala… se está señalando así mismo…
Quien te increpa… se está ofendiendo así mismo…
Quien critica tu comportamiento… critica su comportamiento y no se siente feliz con lo que es, eres tú: libre, fiel, amoroso, leal y constante en el servicio… no eres hipócrita, eres quien eres…
Hay aquellos que hablan de mí, y juran servirme y brindar lealtad, donde son mentirosos, falsos e hipócritas con ellos mismos.
Amarme y servirme no es dejar de amarte y de atenderte, es ser libre y sentirte bien con lo que eres. Es buscarme con amor, con verdad y con justicia.
¿De dónde sacan que para amarme… tenéis que vivir en la abstinencia del amor, en la abstinencia de la felicidad, en la abstinencia de crear una familia, un hogar, en la abstinencia de ser libres?… y sobre todo ¿de dónde sacan que para conocerme, tienen que estar en abstinencia total, sino hay algo más grande y profundo para el padre que tu, tu carne y toda tu generación conozca del padre?
Porque todos ustedes son una iglesia, mi iglesia… pero hoy os digo que: «antes de entrar en el templo, perdona»…Tú eres el templo, si no te limpias tu primero no podrás entrar al templo de tu hermano… y si no te perdonas tu primero, tu corazón no podrá perdonar a los demás, y juzgaras como tú lo estás haciendo hoy con tu hermano… atentamente, JESUS.